Su dificultad de detección y fácil ejecución convirtieron a esta técnica de ciberataque en la más practicada durante 2018
Según reportan especialistas en hacking ético y ciberseguridad del Instituto Internacional de Seguridad Cibernética, una de las variantes de ciberataque que más crecieron este 2018 fue el minado ilegal de criptomoneda, también conocido como cryptojacking.
Acorde a informes de múltiples firmas de ciberseguridad, esta actividad maliciosa mostró un incremento de 4000% durante este año, en el que se calculo hubo más de 4 millones de ataques solamente en el primer trimestre de 2018, en comparación con los 500 mil incidentes de cryptojacking registrados en el primer trimestre de 2017.
Los ataques de cryptojacking se basan en la inyección de software de minado de criptomoneda en miles de dispositivos, aprovechando sus capacidades de procesamiento para extraer estos activos digitales sin el consentimiento del usuario. En consecuencia, el equipo de cómputo de las víctimas se ralentiza, además de que incrementa el consumo de electricidad.
En 2018 los hackers comenzaron a diversificar sus métodos para ocultar el malware de minería, integrándolo a actualizaciones de software legítimas de empresas de tecnología, como Microsoft y Adobe. Además, cientos de miles de enrutadores en todas partes del mundo también fueron inyectados con software de minado este año.
Por si esto no fuese suficiente, expertos en ciberseguridad anticipan que, a pesar de la caída en el valor de las criptomonedas, esta tendencia podría mantenerse durante el próximo año debido a la falta de conciencia sobre esta clase de ataques, su fácil y económica implementación y su dificultad de detección.
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